lunes, 29 de julio de 2013

Un parto gemelar: mi historia (I)



Hoy voy a hablar a partir de mi propia historia de ese momento tan único para toda madre que es el parto, doblemente especial en nuestro caso las multimadres.

Las madres de gemelos tenemos embarazos con controles más asiduos que el resto. Por este hecho excepcional, por lo riesgos  y cuidados que supone, la planificación del parto forma parte de nuestro embarazo casi desde el momento en que recibimos la noticia.

Si bien la posibilidad de parto natural no esta excluida, es casi excepcional. Todo depende de cómo se haya dado el desarrollo del embarazo gemelar, la salud y posición de los bebés, el tipo de gemelaridad, los factores de riesgo de la madre, etc.  Todo ello incide a la hora de decidir si será parto natural o cesárea.

En mi caso cuando nos dijeron a las 9 semanas que eran gemelos monocoriales biamnioticos, quedó descartada de principio la posibilidad de parto natural y me fui preparando para la cesárea.

La convención médica establece que entre la semana 35 a 37 es el momento óptimo para un parto gemelar monocorial biamniotico, si nada sucede antes, obviamente. Óptimo en el sentido en que antes es muy pronto para los bebés, que todavía no tienen madurados sus pulmones y después, porque el riesgo  para ambos bebés aumenta debido a que el espacio en al útero ya no les alcanza para crecer y porque las variables de control de las ultimas semanas de embarazo comienzan a ser mas endebles.

En mi caso, el parto sucedió un poco de manual y un poco de improvisto y paso a contar porqué. Cuando estábamos llegando a la semana 35 de embarazo resultó ser que una de esas noches que ya resultan imposibles de conciliar el sueño con semejante panza, sentí de repente una bajada fuera de las condiciones y ámbito previsto (la vuelta idiomática que hay que dar para no decir: me hice pis!!). Pero resultó ser finalmente que no era así (ni por el olor ni color, jaja), fue entonces que pensé que podía estar  rompiendo bolsa, pero no me quise alarmar.

Siguió la noche sin ningún sobresalto y al otro día debía ir al control, ya que en esta semana habían encontrado que uno de los bebés no tenia buen flujo. Resultó ser en la consulta que todo lo que había que controlar estaba bien, pero a la médica le llamaba la atención que uno de los bebés tenía menos liquido que el otro. Comenté entonces lo que me había sucedido la noche anterior y la ginecóloga se alborotó: 
-Menos mal que me lo comentas(me dice), porque es probable que se haya rasgado la bolsa de uno de los bebés!!!

Con lo cual era necesario programar la cesárea, ahora sí, de urgencia, para dentro de unas 2 hs!!!!!!!

Una mezcla de emociones se apoderó de mí: por un lado, sentir que la suerte me había acompañado, porque de no tener el control ese día el episodio de la noche anterior hubiera sido pasado por alto y la historia habría sido otra, mucho mas complicada y riesgosa tal vez (con lo cual moraleja a esta parte de la historia para todas las madres que lleven un embarazo múltiple: hay que estar mas que atentas a todo lo que nos sucede y consultarlo permanentemente con nuestro especialista; es la forma de llegar en las mejores condiciones al parto).

Y por otro lado, sentí miedo por todo lo que se venía ya mismo: por la operación, porque saliera todo bien, porque nacieran sanos. A pesar del miedo, otra sensación muy fuerte se acrecentó en mí, prevaleciendo por sobre las demás, algo que me empujaba para adelante con fuerza: coraje sentí.

Una corriente de energía poderosa que me propulsaba a ir hacia ese momento, el momento para el que todo mi cuerpo y ser se había preparado durante tantos meses. Sentir esa fuerza de mujer que va a parir, casi atávica, me hizo llegar con una seguridad que creo nunca experimenté en mi vida a ese instante único que es el parto.

Como una especie de guerrera entré a la sala de parto y nunca me imaginé que iba haber tantas personas: entre el anestesista, las ginecólogas mas las neonatólogas sumábamos casi 10 personas!!! Casi se podía  montar una obra, pensé! Y ahí vino la epidural, el biombo y todos los cables para monitorearme….mientras, las ginecólogas empezaron con su tarea  de abrirse camino en mi prominente vientre… sentí alegría, concentración, y una calma inusitada; me sentía acompañada por mi fuerza, me sentía confiada.

Y de repente escuché: ya estamos, ya llegamos!!! Un ardor en mi pecho (ojo del bueno: de emoción y no de infarto!!!) se empezó a abrir camino y con él, todo mi cuerpo se transfomó en emoción,  de dar y de recibir, y sentí un tirón muy fuerte, las lagrimas me recorrieron toda y escuché el llanto de mi primer hijo. Asé lo anunciaba mi amiga ginecóloga: aquí esta JB y no podía parar de llorar (y no puedo parar de llorar). Al fin nos conocemos hijo mío: TE AMO, TE AMO, TE AMO, grite!!! Era chiquitiito y hermoso, lloraba con sus ojitos chinos y se lo llevaron (para hacerle todos los controles). 

Mientras, rápidamente se movían para romper la membrana de la bolsa, una de las ginecólogas le dice a la otra: 
- y esto, que es? (habrá otro mas? pensé!) 
- es mi mano!!!(contesta la otra) 

Menos mal, me dije, a pesar de que el lector se haya quedado pasmado, un poco de humor a esta altura de la historia no esta mal. Aclaro para revindicar a mis amigas ginecólogas que están mas que redimidas, por sacar con semejante impecabilidad un parto doble y con un choque de cinco además!!.

Fue así que empezaron a tirar y yo sentía que se me iba toda la columna, estaba enroscadito -decían- y  cuando empezaba pensar que no se atrevía a salir, sentí como se desprendió de mi y lloró conmigo otra vez y fue así hijo mío que te acercaron a mi cara y me miraste a los ojos con una fuerza que no podía creer y otra vez mas grité: TE AMO TE AMO TEAMO, amor mio!! Mi segundo hijito N, con sus ojitos bien abiertos y sin dejar de mirarme abandonÓ la sala de parto para ser revisado también y prepararse junto a su hermanito para conocer a su papá, de quien me cuentan, no podía parar de llorar y decir SON HERMOSOS, SON HEMOSOS, MIS HIJITOS…….(continuará)

Querés saber como continúa la historia? Miralo aquí:
Un parto Gemelar: mi historia parte II

7 comentarios:

  1. Hoola!! He leido tu relato y he de decirte q estoy super emocionada y deseandito d leer la segunda parte.
    Muchas gracias por compartirlo porque gracias a vuestras experiencias hace que vaya conociendo un poquito mas este mundo de la multimaternidad.
    Estoy en la mitad d mi embarazo, monocorial biamniotico y muerta d miedo desde el minuto 1.
    Espero seguir leyendote y seguir aprendiendo, un besazo muy fuerte!!
    @laimmj10

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    1. Hola Lai, Bienvenida por aqui! Felicitaciones por el multiembarazo, que emoción!!!! Sii, tambien tuve mucho miedo durante, sentia que habia que sortear muchos obstaculos e iba comandando una avioneta sin haber hecho el curso completo para llegar a destino,jjaaja, el parir fue como un aterrizaje forzoso, un alivio feliz! Me encanta encontrar otras multimadres y compartir historias, verás que es una de las facetas mas lindas de la mutimaternidad. También esperamos tenerte seguido por aqui! Un beso grande!!

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  2. Si con un uno ya eres inmensamente feliz, como tiene que serlo con dos!!

    Muy bonito.

    María

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    1. Hola María bienvenida!!Realmente es inmenso lo que se siente, día a día se va descubriendo un mundo maravilloso, eso sí, hay que remar de lo lindo, doble esfuerzo para todo!!! Un Besote!

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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    1. Querida lectora, he publicado tu comentario pero por alguna razón que desconozco quedó como eliminado(será un virus?????). Gracias x tus palabras hacia el blog y disculpas x el virus! Un beso

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